Que el corazón te palpite a cien por hora. Recuerda que llorar no suprime dolores. Que sueñes pero que no se te olvide volar. Súbete a lo más alto y que si tienes que bajar, baja. Disfruta, pero camina y no te detengas en el camino. Si tropiezas, te levantas, aunque sepas que volverás a tropezarte. Nunca dudes y sobre todo que no se te olvide, que aunque soñar sea gratis, hace falta principalmente una cosa, para soñar primero hay que sonreír. Y sin esto, no puedes cumplir nada de lo anterior y sin sueños la entrada está PROHIBIDA aquí...



jueves, 24 de marzo de 2011

Suelo escribir mis penas en papel

He vuelto a escuchar esa canción cuando me disponía a salir del metro, de pronto mi corazón ha dado un vuelco, llevaba exactamente lo mismo que llevo sin verte sin escucharla. Creía no sentir nada por ti (ni un poquito) he estado con otros después de nuestra historia, pero tal vez fue culpa del olor de mi compañero de asiento, olía exactamente igual que tu colonia preferida, la que siempre utilizabas cuando quedábamos juntos, pero a mi me gustaba más cuando quedábamos de improvisto porque no la usabas, básicamente lo único que te daba tiempo a echarte era el desodorante, yo siempre con prisas. Y hoy, precisamente hoy, después de escuchar esa canción me apetece escucharla contigo, como solíamos hacer, como cuando corríamos a la playa y de pronto revolcarnos y llenarnos de arena, y olerte a ti, y no a mi compañero, o irte a buscar a casa y decirte que te dieras prisa que se iba a hacer tarde, que mientras volvíamos de la playa decirnos lo cursis y empalagosos que eramos (aunque nos encantara ser así) y dibujar en nuestro camino diario nuestro número o contar los pasos que había de tu casa a la playa y todo esto me lo ha dicho esa canción, creo que echo de menos estar enamorada, pero no de cualquiera, creo que echo de menos estar enamorada de ti. Es más creía que se me daba genial mentirme a mi misma, que todos los últimos labios que he estado besando desde que decidí marcharme de tu lado me harían seguir siendo feliz, como lo era contigo, es más, sigo sin saber que es lo que cambió. Fíjate, tenía que ser nuestra canción quién me hiciese ver que por muchos labios bonitos que encuentre de vez en cuando por ahí sigo echando de menos los tuyos. Pero es demasiado tarde para volver, se que nunca me has perdonado  que me marchara como me marché. (Supongo que yo tampoco lo haría) Al menos hay una cosa que me salva, me quedan los recuerdos, y gracias a ti, no hay ninguno malo.






PD: Aunque nunca es demasiado tarde para nada,
ni para intentarlo otra vez

No hay comentarios:

Publicar un comentario