Que el corazón te palpite a cien por hora. Recuerda que llorar no suprime dolores. Que sueñes pero que no se te olvide volar. Súbete a lo más alto y que si tienes que bajar, baja. Disfruta, pero camina y no te detengas en el camino. Si tropiezas, te levantas, aunque sepas que volverás a tropezarte. Nunca dudes y sobre todo que no se te olvide, que aunque soñar sea gratis, hace falta principalmente una cosa, para soñar primero hay que sonreír. Y sin esto, no puedes cumplir nada de lo anterior y sin sueños la entrada está PROHIBIDA aquí...



lunes, 22 de agosto de 2011

Enfermos de pasión, la luz del día los separó...

Llevo mucho sin escribir, no por nada en especial, necesitaba vacaciones de mí, de tener lo justo y necesario. Lo conseguí y en cambio cambié yo. Había pedido que el amor se fuera de mi vida y así sucedió. Me pedí un año entero libre, persona feliz que conocía debía pasar a desconocido y he de decir que después de un año lo cumplí a rajatabla. Empecé a dejarme tiempo para mí, en no pensar en alguien que pudiese cambiar mi felicidad y sabes, creía que era conseguir lo imposible pero también sucedió. Empecé a odiar el verano como intentaba odiar a la persona que más quería en la vida y pasó, como de rápido recorre una estrella fugaz el cielo en una noche de verano. Y de repente ocurrió, ya no le quería, como cuando te dicen que pidas un deseo a la hora de soplar la velas, puedes pedir lo que quieras que aunque te haga feliz sabes que no se va a cumplir.
Tomé mi tiempo en el amor, no digo que este sea una mierda (hubo un tiempo que sí) sino que decidí que muriese un tiempo en mí y así era como dejaba escapar todo lo que en su momento debería atrapar. Una promesa es una promesa, siempre.
Creo que una noche sin Luna es como no tener un amor en verano, no sé bien porqué. He conocido a alguien, nada especial, suponía ser un desconocido más, un mensaje hizo de otro, otro más. Te echaba de menos, no a ti, dejaste de ser hace mucho parte de mi. Te echaba de menos felicidad, pero felicidad de amor, ya se que no del verdadero, sino de amor de verano por muy pequeño que este sea. ¿Y esto? ¿De verdad  todo esto era así? No sé si volveré a verte, porque aunque nuestros caminos sean totalmente diferentes no digo que no me importaría cruzarme algún día de estos por tu vida, solo para recordar que después de un año me había olvidado de mi promesa, que cogí un autobús en los que recorrí unos cuantos kilómetros para volver a rozar unos labios que sabía perfectamente a que sabían y de repente como vino se esfumó. No sé que demonios has cambiado en mí, pero en mi piel sigue todavía tu perfume…



PD: Hice de mi vida un yo continúo
y no me dí cuenta que para ser yo
debía seguir escribiendo y no dejarlo atrás.
Fijáte, aparece alguien en mi vida y todo cambia.
Gracias maldito verano.