Que el corazón te palpite a cien por hora. Recuerda que llorar no suprime dolores. Que sueñes pero que no se te olvide volar. Súbete a lo más alto y que si tienes que bajar, baja. Disfruta, pero camina y no te detengas en el camino. Si tropiezas, te levantas, aunque sepas que volverás a tropezarte. Nunca dudes y sobre todo que no se te olvide, que aunque soñar sea gratis, hace falta principalmente una cosa, para soñar primero hay que sonreír. Y sin esto, no puedes cumplir nada de lo anterior y sin sueños la entrada está PROHIBIDA aquí...



lunes, 27 de enero de 2014

"No he venido para quedarme, pero voy a dolerte."

Eran tan olvidadizo que me enamoraba. Era tan poco cariñoso que cuando me rozaba solo conseguía ponerme más nerviosa. Era tan pasota que me encantaba. Y de ser tan tan me consumió. 

Y cuando sufro noches de insomnio recuerdo porque no me gusta el amor. Por la mente, por lo que es capaz de crear mil historias en una cabecita en una sola noche completamente en vela.

He vuelto, a escribir quiero decir. No me gusto así, así sin poder dormir. Sin preguntarme tantos ¿por qué? a tantas preguntas sin respuestas. Aunque a decir verdad, respuestas tengo, solo que no se cual es la verdadera, o si en realidad no es ninguna de esas.

Pienso en lo bonito que son los errores, en lo bonito que son las historias que tienen un final desde el principio. En esas historias que por mucho que sepas que van a terminar más ganas tienes de continuarla. 

He llegado a consumirme en estos casi cuatro años, y me doy cuenta ahora. De lo necesario que es un abrazo, pero uno de verdad. En lo bonito que es una historia cualquiera de nuestra vida, una locura, una risa con sonrisas, una cerveza, una caricia.



Ahora bien, podría decirme alguien que hago yo ahora que no quiero irme pero se que no voy a volver. Se que hay historias que no se definen por el resultado. Igual que hay personas que hasta como error son preciosas.

Y ahora que se -pero no quiero ver- que esto se ha acabado. Gracias. Gracias por haberme prestado un poco de tu tiempo para malgastarlo conmigo. Gracias porque en algunos momentos me hiciste un poco más feliz. 

Y no es fácil,  porque vivo en una continua felicidad aburrida, que solo tú   -o quizá alguien más- pudiste cambiar. Y te lo agradezco, porque te has llevado lo mejor de mi en estos casi cuatro años. Y me hacia(s) falta.