Que el corazón te palpite a cien por hora. Recuerda que llorar no suprime dolores. Que sueñes pero que no se te olvide volar. Súbete a lo más alto y que si tienes que bajar, baja. Disfruta, pero camina y no te detengas en el camino. Si tropiezas, te levantas, aunque sepas que volverás a tropezarte. Nunca dudes y sobre todo que no se te olvide, que aunque soñar sea gratis, hace falta principalmente una cosa, para soñar primero hay que sonreír. Y sin esto, no puedes cumplir nada de lo anterior y sin sueños la entrada está PROHIBIDA aquí...



sábado, 23 de agosto de 2014

ARENAL SOUND 2014



Jamás me había sentido tan agotada tras un viaje. Una semana he necesitado para recargar mis pilas de este fantástico verano. Y ahora que todos mis dolores han pasado puedo decir que estoy preparada para otro ARENAL SOUND. Da igual que me quedara ronca desde el segundo día y que mis pies me pidiesen todo el rato un poco de descanso, una vez al año de machaque no hace daño. Da igual llegar a casa medio enferma y medio muerta pidiendo a gritos una buena ducha de agua caliente y poder decir MIS PIES ESTÁN LIMPIOS, es que estoy hasta echando de menos eso, salir de la ducha muerta de frío e ir andando hacia la tienda despacito para intentar al menos no mancharme las piernas, y efectivamente, nunca lo conseguía. Echo de menos la mierda que acumulábamos Nati y yo en nuestra tienda día tras día y lo poco que nos importaba. El querido Sálvame a las doce de la mañana tostándonos al sol con nuestro querido chufchuf, echo de menos que nos regalen viajes en barco (oh si, ese día fue el mejor) y que nos pregunten 100 personas (por lo menos) que donde conseguimos nuestra querida camiseta de negrita. Echo de menos nuestro grito oficial causador de mi ronquera, ¡Y QUÉ! PA, PA, PA. Echo de menos a todo un barco y la lancha de la zoodiac imitándonos , echo de menos perder mi crema todos los días y tener que pedírosla. Echo de menos esas apalancadas en la silla y las horas de la siesta. También a nuestro querido intento por querer ver todos los conciertos, pero joder, el tiempo allí volaba. Echo de menos esas vueltas volviendo a la tienda por nuestro querido paseo viendo el amanecer. Echo de menos saltar como unas locas y ver “ollas” cada dos por tres. Echo de menos a Peter Pan y a mi “Pablito” que se me ha quedado en Burriana, echo de menos decir no puedo con mi vida y acostarme a las nueve de la mañana. Quiero volver y reírme hasta llorar porque Hulk se ha escapado y ha ido haciendo sus necesidades por ahí. Echo de menos esas fiestas en la piscina, a la cual no pensábamos ni ir. Echo de menos que nos despierten diciendo que qué hacemos dormidas y también a ¡Nacho, cómeme el pistacho!. Echo de menos quemarme todos los días por mucha crema que me diese, comer a las seis de la tarde porque las fiestas de la mañana se nos iban de las manos. Creo que lo único que no echo de menos eran esos largos paseos hasta el Mercadona, bueno, qué coño, también, esos momentos de vuelta con la mcuto y el intento de esconder botellas de cristal y luego tener que mezclarlo en botellas de agua y claro, luego la gente bebía vodka en vez de agua porque decían confundirse. Echo de menos esa mesa guarrona imposible de tenerla limpia más de 15 minutos. Echo de menos ese primer día que decidimos beber calimocho para ir de tranquis y que fuese todo lo contrario. Echo de menos decir: estoy negra, pero esto igual se quita cuando llegue a casa.
Podría seguir con una lista infinita pues echo de menos demasiadas cosas, la buena música, las amigas, la gente que conocías durante diez minutos y no volvías a ver, pero hablabas porque si. El dulce placer de saber que no estas en tu ciudad y allí no te conoce nadie.
No pude escoger mejor compañía para disfrutar de este increíble viaje, no sé si el año que viene volveremos a estar ahí, pero que volveremos de eso no hay ninguna duda.


PD: Joder, que sigo echando de menos vuestro careto al despertar, pero de verdad, gracias por hacerme reír durante seis días seguidos, sois lo mejor.