Que el corazón te palpite a cien por hora. Recuerda que llorar no suprime dolores. Que sueñes pero que no se te olvide volar. Súbete a lo más alto y que si tienes que bajar, baja. Disfruta, pero camina y no te detengas en el camino. Si tropiezas, te levantas, aunque sepas que volverás a tropezarte. Nunca dudes y sobre todo que no se te olvide, que aunque soñar sea gratis, hace falta principalmente una cosa, para soñar primero hay que sonreír. Y sin esto, no puedes cumplir nada de lo anterior y sin sueños la entrada está PROHIBIDA aquí...



jueves, 15 de noviembre de 2012

Que fue de ti verano...


"Ciento quince días han formado el mejor verano de mi vida. Muchas veces no hacen falta grandes viajes, ni grandes amores para poder hacer que un verano sea inolvidable. A mi solo me ha hecho falta una única cosa. Mis amigas. Ellas han hecho de ciento quince días los mejores días de mi vida. Y es cierto eso de que nunca es como se empieza, si no de como se acaba. Es cierto que me había tomado un año completamente sabático, en realidad no hay ninguna excusa a porque me comporté así, simplemente no estaba a gusto con mi vida, de nueve meses solo podría sacar tres momentos perfectos. Me dediqué a alejar a la gente de mi vida, inconscientemente, solo quería dormir, autoescuela y dormir. Tiré un curso por la borda, es verdad, podría arrepentirme por ello porque ahora de nuevo me toca volver a hacerle. Pero no me gusta arrepentirme de lo que hago, todo lo que se hace se hace por una razón y en ese momento fue lo que quise. Las consecuencias se afrontan, siempre. Pero lo que le debo a esos nueve meses es que por muy mal que te comportes a veces con tus amigos es cuando te das cuenta de quién son los de verdad, los que aún siguen en mi camino, a mi lado. Es cierto que mi verano no empezó con buen pie, pero cuenta en esos ciento quince días, porque el verano es eso, momento buenos y malos, pero que siempre los buenos te hagan olvidar todos los malos. Sabéis, este verano no solo le han marcado ciertos momentos, ciertas aventuras, ciertos besos o ciertos abrazos… La música ha estado completamente en cada una de mis salidas, en Ribadesella, en Suances, en Santander, en Selaya, en Pacha, en Salou… en definitiva, cualquier lugar era bueno para estar escuchando música, no solamente en discotecas o fiestas de algún que otro pueblo, en la playa, en el apartamento, a la hora de la ducha, en una tienda de campaña… Cierto es que durante todo el verano no había una canción que dijese, ¡ésta!, ésta es mi canción, una que cada vez que la recuerde diga, quiero que vuelva el verano de 2012… y tuvo que llegar la última semana de verano la que me dijese, soy yo, yo soy tu canción (Summer Paradise). Es increíble la sensación que me produce esta canción cada vez que la oigo. Joder, es que no se con que quedarme de este verano. Ha sido increíble toda la gente que he podido llegar a conocer, todas las risas que he podido tener, todos los abrazos que he podido regalar, a fin de cuenta la felicidad que he podido demostrar porque en realidad era así como me sentía. Es más, es la primera vez que he sentido que no quiera volver a la rutina, me parecía poco tiempo cuatro meses… Además volver a la rutina significaba estar sin ellas, sin mis dos mejores amigas, sin mis compañeras de viaje. He de decir que la frase que más he escuchado ¿Solo salís vosotras tres? Claro, ¿para que queremos más?. "




PD: Escribí este texto nada más terminar el verano, en realidad se supone que lo deje a medias porque no lo habia terminado. Hoy lo he vuelto a ver, pero después de dos meses continuarle sería un error porque no tengo la euforia que tenía en el momento que lo escribí, ni los mismos sentimientos. He llegado a la conclusión de que me gusta así, supongo que acabaría hablando de algún chico de verano, ¿pero que mejor forma que acabar con las personas que realmente me han acompañado en NUESTRO verano?



Así fue nuestro verano, nuestra gran compañera la maleta, quedarnos dormidas en cualquier rincón, en cualquier autobús a primera hora de la mañana, en cualquier aeropuerto. Y las ganas que dan con este cielo tan gris, de volver a coger un avión, con destino a cualquier lado. Solo pediría una última cosa. Que mis dos mejores amigas fueran mis acompañantes, como siempre.